Cuenta una antigua leyenda que, en tiempos muy lejanos, antes de que la mañana se alzara para todos cuantos hoy respiramos, hubo una sultana, dueña de todas las tierras de Granada, conocida por su sabiduría del uno al otro confín del reino.
El gran cronista, visir y secretario de la Alhambra, Ibn al-Jatib, detalló que estaba emparentada con reyes por los cuatro costados. Su padre, Mohamed, era dueño de poderosos ejércitos, contaba con grandes tesoros de la lejana India, la exótica China y se dice que, hasta habitaciones repletas de oro del misterioso Mali.
Sin embargo, lo único que verdaderamente interesaba a esta familia era el descubrimiento de la ciencia. Algunas crónicas anotaron que su hijo mayor, llamado como su padre, estaba tan prendado por la poesía que, con los años, quedó ciego por quedarse las noches en vela leyendo sin apenas luz. Del menor de los hermanos, Nasr, se dice que, hechizado por la astronomía, de tanto mirar al cielo, perdió la conciencia de lo que ocurría en la tierra.
Fátima, la única hija y quizás la más parecida a su progenitor, amaba la escritura, consagrándose al empeño de recopilar la vida y enseñanzas de cuantos maestros descubría, buscando elaborar una enciclopedia del conocimiento de la época. De ella dicen que se hizo tan sabía que, durante siglos, no se contaba en ningún lugar su historia para que ninguna otra mujer siguiera su camino (... )
¿Conoces el Secreto de las Sultanas Nazaríes? Financiado por el Centro de Estudios Estratégicos Magrebíes (CEEM) y la Diputación de Granada, este cuento forma parte de un proyecto que pretende mostrar la magia y el valor del patrimonio cultural e histórico andalusí del Valle de Lecrín (Granada). Hoy os animo a explorar esta iniciativa en su blog "El secreto de las Sultanas". Espero que os guste: muy felices lecturas!!