lunes, 21 de noviembre de 2022

Guerreras Persas

"Si te apresuras en el combate, la derrota de su fuerza marítima 
no causará el mismo daño que la de su ejército terrestre“ (Artemisia, I).


La presencia a lo largo de la Historia de mujeres guerreras persas no lo cuenta una antigua leyenda, sino numerosos ajuares funerarios de mujeres con jabalinas, lanzas, arcos o flechas, procedentes de tumbas excavadas que proporcionan pruebas de su existencia. 

Ocupa un lugar prominente entre ellas, Artemisia I, cuya biografía conocemos gracias a "Historias" de Heródoto (450 a.C.) Soberana de la ciudad de Halicarnaso, colonia persa de Caria, durante las guerras persas (o guerras médicas), fue comandante naval, dirigiendo cinco de los 70 barcos de la flota del soberano persa Jerjes I para combatir contra los griegos en las batallas de Artemisio y Salamina. 

Cuentan las crónicas de Heródoto que sus cinco barcos eran temidos por su extrema valentía. Se dice también que los griegos ofrecieron numerosas recompensas a quien lograse apresar a la feroz Artemisia, pero nunca nadie logró atraparla. De su gran valor como estratega hizo acopio cuando, durante la batalla de Salamina, Artemisia se percató que no tenía posibilidad de escapar. Entonces, embistió a un barco aliado, hundiéndolo con todos sus hombres. El comandante griego que la perseguía, observando la crueldad del ataque, consideró que su barco sólo podía ser de otro barco griego o de un desertor y abandonó su persecución. Así se salvó Artemisia. El gran Jerjes I, al conocer lo sucedido, dijo impresionado: “Mis hombres se han convertido en mujeres y mis mujeres, en hombres“.

Todas las reinas magas, tales como la que hoy escribe, conocemos la fiereza y fortaleza de las mujeres persas. La indignación por la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años que murió tras ser detenida por la policía de la moral iraní, supuestamente por llevar indebidamente su hiyab, desencadenaron protestas en todo el país que, meses después no se han detenido. Bajo el lema 'Mujer, Vida, Libertad' sus reclamaciones han traspasado la lucha contra la obligatoriedad del velo, exigiendo mayores cuotas de libertad y democracia. Quizás, sin apresurarse en el combate, tal como decía Artemisia, pero luchando tan fiera y valientemente como ella. Todas vuestras batallas son las nuestras, guerreras.  

Lee.
Sueña.
Construye.

Bienvenida vuelta al sol. Se aproxima la nieve...




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